Mediante la esterilización se evita la reproducción en nuestras mascotas y hay mucha información sobre este tema que, a veces, confunde a los propietarios.
Cuando un gato/gata van creciendo, se desarrolla su capacidad sexual que se pone de manifiesto con vocalizaciones (maullidos) y cambios de comportamiento, en las hembras y, mediante marcaje con orina y en ocasiones con agresividad, en los machos.
Las gatas tienen celos muy diferentes a las perras, no sangran, están influenciadas por las horas de luz (fotoperiodos) y son de ovulación inducida (por la monta del macho). Si la gata no es cubierta, desencadenará un celo tras otro durante varias semanas, hasta que las horas de luz ya no sean las adecuadas y entren en fase de reposo sexual.
Durante el celo, las gatas aumentan de manera exagerada los maullidos y, tienen un desgaste importante. Motivo por el cual se aconseja la ovariohisterectomía ( esterilización quirúrgica). Con ésta práctica en la edad temprana, se evitarán en su mayoría los tumores de mama (que en la gata suelen ser altamente malignos), así como la hiperplasia mamaria (aumento del tamaño de las mamas que es un proceso benigno).
En los gatos se produce un marcaje con orina y al esterilizarles, éste se evita en su mayoría. Hay un porcentaje muy bajo de machos que siguen marcando a pesar de la castración ( alrededor de un 1%). Lo que no se consigue inhibir con esta técnica es su carácter aventurero , por lo que habrá gatos que aun castrados tengan la necesidad de salir a investigar.
En resumen, con la esterilización evitaremos enfermedades derivadas del aparato genital, prevendremos la aparición de otras y contribuiremos al control de gestaciones indeseadas, con el problema social que ésto conlleva (múltiples abandonos).