El período de socialización es muy importante dentro del desarrollo del cachorro en cuanto a la creación de patrones de aprendizaje y comportamiento. Estos determinarán que en el futuro el perro adulto se comporte de manera equilibrada y estable.

El cachorro pasa por un periodo de gran sensibilidad con respecto a las relaciones sociales  a la edad de 3 semanas, y sus experiencias en este momento determinarán que animales y personas se convertirán en amigos a los que no temer.

Este momento, y las decisiones tomadas en él, afectarán al resto de su vida, convirtiéndose en un período crítico en la vida del individuo.

El período de socialización da comienzo a las 3 semanas de edad, cuando el cachorro empieza a mostrar interés en interaccionar con su entorno y termina cuando las interacciones con éste son más interesantes que las sociales.

Durante éste período el cachorro deberá ser expuesto a toda clase de estímulos, situaciones y especies con los que es previsible que el adulto conviva en el futuro, de manera que se minimicen al máximo las posibilidades de que manifieste problemas, sobre todo miedo y agresividad.

Si un cachorro no tiene contacto con personas hasta las 14 semanas de edad, de adulto reaccionará evitando aproximarse y actuando con miedo si éstas se acercan.

Según la AVSAB (American Veterinary Society of Animal Behavoir), la mortalidad asociada a  problemas de comportamiento es mucho mayor que la relacionada con enfermedades infecciosas(parvovirus,etc..), por lo que recomiendan las experiencias tempranas para los cachorros,es decir que salgan a la calle desde los 2 meses con sus primeras vacunas.

Si se recomienda esperar a sacar al cachorrro a la última vacuna, el perro tendrá ya 4 meses y el proceso de socialización se habrá cerrado ya. El cachorro estará desarrollando respuestas de miedo, por lo que la presentación de estímulos y situaciones puede resultarle traumática.

Un perro bien socializado probablemente mostrará menos comportamientos indeseables como adulto, que es una razón frecuente por la que el vínculo del propietario con el perro se rompe y se recurre al abandono fácil.

La socialización es un componente clave en la consecución de un perro adulto que se comporta de una manera apropiada y es adecuado para vivir con los seres humanos en una sociedad moderna.